La actividad portuaria ha ido evolucionando y definiéndose a lo largo de miles de años. Es un sector al mismo tiempo tradicional y dinámico que está en continua evolución.
En el contexto actual, ligado a los cambios tecnológicos de la industria y de la sociedad, surgen nuevos conceptos en el ámbito logístico-portuario como Puertos 4.0 o Smart Ports, que están en boca de todos y a los que todos los puertos se quieren incorporar.
Un Puerto 4.0 es una evolución de los puertos tradicionales hacia una mayor automatización, digitalización y conectividad, lo que les permite operar de manera más eficiente y sostenible. Un Smart Port se refiere a un puerto que utiliza tecnologías avanzadas como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el Big Data para optimizar sus operaciones y servicios.
Imagen creada con IA y humana a través de Midjourney
Mientras el Puerto 4.0. se enfoca a la automatización y digitalización de los procesos, el Smart Port va más allá al incluir tecnologías avanzadas para lograr una gestión inteligente de la infraestructura portuaria y la Cadena de Suministro. El Puerto 4.0 sería un paso previo al Smart Port que proporciona la base tecnológica necesaria para implementar soluciones más avanzadas.
Un Smart Port es más competitivo que un puerto tradicional porque mejora claramente varios aspectos:
- Eficiencia Operativa: Un Smart Port utiliza tecnologías avanzadas como IoT, AI o Big Data para optimizar la gestión de operaciones portuarias, lo que permite reducir los tiempos de espera, aumentar la capacidad y mejorar la eficiencia general.
- Incrementa la capacidad y flexibilidad: Los Smart Ports pueden manejar más cargas y tipos de cargas diferentes gracias a su capacidad para adaptarse a diferentes requisitos de operación implementando tecnologías como la automatización, la robótica y la Inteligencia Artificial que complementan y ayudan al ser humano.
- Seguridad: Los Smart Ports utilizan sistemas de seguridad avanzados como la vigilancia por video, los sistemas de detección de intrusiones y los sistemas de reconocimiento facial para garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como de la carga.
- Sostenibilidad: La implantación de soluciones sostenibles ayudan a los Smart Ports a reducir su huella de carbono fomentando el uso de energías renovables, ayudando a reducir emisiones y gestionando los residuos de forma más eficiente.
El reto que deben afrontar muchos de los puertos existentes es como realizar la transición hacía un Smart Port.
Lo primero que se debe plantear antes de embarcarse en una transición tan ambiciosa, es evaluar si el puerto está preparado para implementar tecnologías avanzadas de manera efectiva.
En este punto habría que analizar varios aspectos:
- Conectividad y tecnología: El puerto debe tener una infraestructura tecnológica y de comunicaciones sólida que permita la integración de tecnologías avanzadas como IoT, Big Data y AI. Es importante evaluar la calidad de la conexión de red, la capacidad de almacenamiento de datos y la disponibilidad de recursos de TI en el puerto.
- Capacidad financiera: La transformación hacia un Smart Port puede requerir una inversión significativa. Es importante evaluar si el puerto tiene la capacidad financiera para implementar tecnologías avanzadas y mantenerlas a largo plazo.
- Cultura organizacional: La transición hacia un Smart Port puede requerir un cambio cultural en la organización, con la adopción de nuevas prácticas y procesos de trabajo. Hay que ver si el puerto tiene la capacidad y la disposición para adaptarse a los cambios y para fomentar una cultura de innovación y colaboración.
- Colaboración y asociación: La transición hacia un Smart Port puede requerir la colaboración y la asociación con otros actores del ecosistema portuario, como empresas de tecnología, proveedores de servicios logísticos y otros puertos. El puerto debe de tener la capacidad de colaborar y asociarse con otros actores para aprovechar las oportunidades y mejorar su eficiencia.